PREOCUPA EL BAJO NIVEL INTELECTUAL DE ALGUNOS CONCEJALES DE LAS TOSCAS
En la ciudad de Las Toscas, la institucionalidad volvió a ponerse a prueba y, lamentablemente, algunos concejales dejaron expuesto un preocupante desconocimiento de las normas que ellos mismos juraron respetar.
Tras la licencia solicitada por el intendente Leandro Chamorro, el presidente del Concejo Deliberante, César López, asumió la intendencia interina en cumplimiento del artículo 33 de la Ley Orgánica de Municipalidades (Ley N.º 2.756), que establece que, ante la ausencia del intendente, el presidente del Concejo debe ocupar el cargo de forma temporal.
Sin embargo, este movimiento institucional generó una vacante en el Concejo Deliberante, que por ley debe ser cubierta de manera automática por el siguiente candidato en la lista oficial proclamada por la Junta Electoral. En este caso, corresponde que asuma el Dr Martín Deltín, suplente de César López. Así lo establece con claridad el artículo 104 de la misma ley, que no deja margen a la discrecionalidad: la banca se ocupa de forma inmediata y automática, siguiendo el orden de la lista original.
Pese a la evidencia legal, la presidenta del Concejo Deliberante, Elina Bajú, ha manifestado en ámbitos informales que el cuerpo tendría “autonomía” para decidir si convoca o no al suplente. Tal postura no solo es errónea, sino que demuestra un desconocimiento preocupante del principio de jerarquía normativa que rige en nuestro país. En la estructura legal argentina, una ordenanza jamás puede contradecir una ley provincial, del mismo modo que una ley provincial no puede contradecir una ley nacional. Las provincias adhieren a las leyes nacionales, y los concejos municipales adhieren —y deben cumplir— las leyes provinciales.
El Concejo Deliberante de Las Toscas está adherido a la Ley Orgánica de Municipalidades, y por lo tanto no puede apartarse de lo que esta dispone. En este caso, no se trata de una interpretación política, sino de la aplicación directa de una norma provincial que obliga a completar la integración del cuerpo con seis miembros, tal como marca la ley.
El episodio no solo expone la falta de preparación de algunos concejales, sino que también plantea una alarma sobre el respeto a la institucionalidad y la división de poderes. La ley no está sujeta a caprichos ni a conveniencias políticas: se cumple. El desafío para Las Toscas no es solo cubrir una banca vacante, sino garantizar que quienes ocupan los escaños tengan la formación y el compromiso necesario para honrar el cargo.
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