LA PROPUESTA INVEROSIMIL DE PARTE DEL RÉGIMEN ILEGAL SALVADOREÑO QUE NOS MAL GOBIERNA PARA LIBERAR A LOS DETENIDOS VENEZOLANOS.

LA PROPUESTA INVEROSIMIL DE PARTE DEL RÉGIMEN ILEGAL SALVADOREÑO QUE NOS MAL GOBIERNA PARA LIBERAR A LOS DETENIDOS VENEZOLANOS.
Luis Colato
El pasado domingo 20, el caudillo hizo público su propuesta de intercambiar a los venezolanos detenidos arbitrariamente en nuestro país, por una serie de elementos de la oposición en Venezuela, reduciendo por un lado a los detenidos a la condición de mera mercancía, rehenes del capricho del caudillo.
Los ciudadanos venezolanos detenidos arbitrariamente en nuestro país bajo la figura de arriendo de los confinamientos en los que se encuentran, no han cometido ningún delito en nuestro país, por lo que han sido sumidos a un limbo legal, pues al no atentar contra la legalidad acá, quien si la acomete contra esta es el régimen; por otro lado y aparentemente del completo grupo que fuera enviado a nuestro país, apenas algo menos de tres decenas de ellos, de acuerdo a la información derivada de las autoridades judiciales estadounidenses, son los partícipes del denominado tren de Aragua, que dicho sea de paso, fue generado a instancias de precisamente esa oposición política ultraderechista de Venezuela.
Mientras el resto son personas cuyo delito se reduce a haber accedido a territorio estadunidense de modo irregular. El escenario entonces es grave, pues el régimen ilegal esta sentando un precedente peligroso en las relaciones bilaterales, pues también otros regímenes ilegales como este cometerán la misma ilegalidad, reteniendo ciudadanos de otra nacionalidad en el solo afán de chantajear a aquella políticamente.
Por otro lado, al no haber precedentes en materia legal moderna en torno a la detención arbitraria de ciudadanos provenientes de cualquier país, para reducirlos por parte de un tercero a la condición de rehenes, así como a negarse el régimen captor el que valgan para estos los derechos que les confieren los tratados internacionales que para cualquier migrante los países asumen, su condición jurídica ha sido convertida por razones político ideológicas en un verdadero anatema, una situación que dados los progresos alcanzados en lo relativo al trato humanitario para cualquier persona desarrollados por la comunidad internacional, supone un retroceso en toda regla, que pone en peligro a nuestros connacionales en el extranjero, que sume al país en un mayor descrédito, que aparta por completo a nuestra nacionalidad de toda legalidad.
Porque, ¿Qué separa en el actual momento al régimen de cometer contra esos ciudadanos venezolanos otro nivel de vejámenes como los cometidos contra los nuestros? La tortura, las violaciones y el asesinato, además del secuestro arbitrario bajo la forma de detención, son como todos sabemos, lo cotidiano bajo el régimen de excepción, al grado de utilizarlo abiertamente contra la oposición en cualquiera de sus formas.
Ante tal posibilidad, bien haría el régimen en rechazar el denigrante papel de carcelero y torturador al que se lo ha reducido, retomando el camino de la legalidad antes que sus mismos improperios lo orillen a una situación de la que nadie, y el norte menos, lo salve. Solo le falta asesinar a ciudadanos extranjeros. Pues todos los demás delitos ya los cometió.