Israel acelera la ocupación total de Gaza entre tímidas críticas de EEUU y la impotencia de Europa
Netanyahu intensifica la ofensiva terrestre israelí en la Franja y exacerba la estrategia de destrucción, genocidio y limpieza étnica para completar su ocupación.
Palestinos inspeccionan el lugar de un ataque israelí contra una casa, en Jabalia, al norte de la Franja de Gaza, a 18 de mayo de 2025.Mahmoud Issa / REUTERS
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha mostrado este lunes de nuevo su empecinamiento a la hora de aplicar sin piedad sus estrategias políticas y militares, y ha anunciado el inminente «control total» de Gaza por el ejército de Israelí, que ha lanzado la operación Carros de Gedeón para apoderarse de toda la Franja y destruir todo lo que allí pueda aún quedar en pie.
De poco sirven las crecientes críticas que el genocidio cometido por Israel en Gaza, con cerca de 53.500 palestinos asesinados (de ellos, 16.000 niños), esté levantando en Estados Unidos, el aliado incondicional de Tel Aviv, y la formación de un incipiente frente en Europa, ya integrado por seis países liderados por España, que reclama acciones inmediatas para detener la masacre y reanudar la ayuda humanitaria en la Franja. Netanyahu sigue obstinado en su propia hoja de ruta y ésta contempla la desaparición de ese territorio palestino y su anexión por Israel.
Incluso su decisión de permitir la entrada con cuentagotas de alimentos a Gaza, donde el hambre está ya matando a decenas de niños, como muestran los vídeos que llegan de la Franja, sigue una estrategia maquiavélica. El impacto de los vídeos en EEUU, su principal aliado, es como una bola de nieve que crecerá. Como ha reconocido el propio Netanyahu, una hambruna puede dificultar la toma total de Gaza.
«Una crisis de ese tipo pondría en peligro la continuación de la Operación Carros de Gedeón para derrotar a Hamás», ha admitido la oficina del primer ministro israelí. Según UNICEF, al menos 60.000 menores padecen ya esa hambruna.
Es más fácil, además, mover a cientos de miles de gazatíes hacia las zonas que les reserva el ejército israelí en su proceso de invasión si en esas áreas se reparte comida. Israel ha convertido Gaza en un gigantesco campo de concentración donde se repiten prácticas de genocidio y sometimiento por hambre que ya se creían ceñidas a un pasado que les atañe mucho.
La toma total de Gaza en marcha
Este lunes, Netanyahu, acusado de crímenes de guerra y de dirigir esa estrategia de genocidio en Gaza, ha dejado bien clara la meta que busca la ofensiva terrestre a gran escala contra la Franja anunciada este domingo allí y que lleva ese nombre bíblico, Operación Carros de Gedeón.
La ofensiva en realidad comenzó ya el sábado y desde entonces han muerto ya cientos de gazatíes bajo los bombardeos y el ataque de los tanques israelíes, que concentran su fuego sobre objetivos civiles para despejar el avance de esas tropas de tierra.
En un vídeo compartido en las redes sociales este lunes, Netanyahu ha afirmado que el ejército israelí se hará con el control de «todas las zonas de la Franja de Gaza», que se permitirá un mínimo suministro de ayuda humanitaria en ese territorio palestino y ha reconocido «combates intensos, enormes» que están permitiendo a las fuerzas armadas judías «progresar» en su ofensiva.
Con el término de «combates intensos» se refería el primer ministro israelí a las matanzas aceleradas de gazatíes en el sur y norte del enclave palestino, y la destrucción de las pocas infraestructuras civiles que habían sobrevivido a la guerra desatada por Israel en Gaza desde el 7 de octubre de 2022.
Ese día, una incursión masiva de las guerrillas de Hamás en Israel asesinó a cerca de 1.200 civiles y militares y secuestro a 251 más. En respuesta, Netanyahu ordenó el ataque e invasión de Gaza. Las masacres de civiles que se produjeron desde un principio, con crímenes de guerra denunciados por Naciones Unidas y en tribunales internacionales, se convirtieron en un genocidio planificado de la población palestina y en la limpieza étnica de amplias zonas de la Franja.
Hay poca confianza en que la ayuda humanitaria aprobada por Netanyahu vaya más allá de un lavado de imagen, como, de la manera más cínica, ha reconocido el líder judío. «Nuestros mejores amigos del mundo, senadores que apoyan apasionadamente a Israel (…) me dicen esto: Te estamos dando toda la ayuda necesaria para la victoria, armas, apoyo, protección en el Consejo de Seguridad. Pero hay una cosa que no podemos aguantar, no podemos aceptar imágenes de una hambruna, una hambruna masiva», ha afirmado Netanyahu
Entran los primeros camiones a Gaza, con cuentagotas y bajo control militar
Según el plan del primer ministro israelí, respaldado por EEUU, esa ayuda humanitaria se suministrará solo en determinados puntos del sur de Gaza ya en manos del ejército. Los primeros camiones han entrado ya este lunes a Gaza, pero son claramente insuficientes para la situación catastrófica que vive la Franja.
Desde el 2 de marzo no ha entrado en Gaza ni un solo cargamento de comida, agua potable, bienes de primera necesidad y medicinas. En estas condiciones inhumanas, la población acudirá allá donde ordene el ejército israelí y será muy fácil forzar su establecimiento temporal en áreas desde donde podría ser evacuada fuera de la Franja. Porque ese es el objetivo final reconocido por el propio Netanyahu y su gabinete de extremistas judíos: la erradicación de los palestinos de Gaza.
La erradicación de los gazatíes
Tras el precario alto el fuego que duró desde el 19 de enero pasado al 18 de marzo, cuando Israel lo rompió y reanudó sus acciones bélicas, el ejército israelí desató una campaña de bombardeos sobre la población civil si cabe más sangrienta, que incluyó el ataque a campos de refugiados, escuelas repletas de desplazados, columnas de civiles que escapaban a la masacre, hospitales y contra personal sanitario y periodistas, ya sin ninguna restricción en los asesinatos.
El comisionado general de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Philipp Lazzarini, ha cifrado en más de 300 los miembros de ese organismo asesinados en Gaza por las fuerzas israelíes. «La mayor parte del personal fue asesinado por el ejército israelí junto con sus hijos y seres queridos», indicó Lazzarini en su cuenta de la red social X. Una mayoría de los masacrados eran sanitarios y profesores.
Solo desde el fin de la tregua en marzo, han sido asesinadas más de 3.300 personas en Gaza. Una tercera parte de los masacrados eran niños. Tanto la ONU, como prominentes instituciones humanitarias internacionales han calificado las acciones militares de Israel en Gaza como actos de genocidio o de violencia genocida.
Las cinco divisiones israelíes movilizadas en la Operación Carros de Gedeón pretenden segmentar Gaza en franjas para su mejor ocupación permanente por las tropas y el desplazamiento forzoso de la población. Cerca del 90% de los poco más de dos millones de habitantes de Gaza han sido forzados a abandonar sus hogares desde el comienzo de la guerra.
Este mismo lunes, el ejército israelí ha ordenado la evacuación total de la ciudad de Jan Yunis, una de las más pobladas de Gaza antes de la guerra, así como otras zonas del sur de la Franja, y ha advertido de que lanzará un «ataque sin precedentes» contra estas áreas. Tres cuartas partes de Gaza han sido declaradas zonas prohibidas y en ellas el ejército israelí puede ordenar en cualquier momento la evacuación de todos los gazatíes que allí se encuentren.
«Estamos destruyendo todo»
Según han reconocido algunos de los ministros de Netanyahu, como el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, que han ido desvelando los planes de erradicación palestina de Gaza, la intención es hacinar a los gazatíes en el sur del enclave de cara a una eventual expulsión a terceros países. Este lunes, este político ultanacionalista ha dejado claro cuál es la intención del Gabinete de Guerra de Netanyahu: «Estamos destruyendo todo lo que quedaba en pie en Gaza. El mundo no nos va a parar».
La falta ya de una mínima contención por parte de Israel en sus planes para expulsar o directamente exterminar a los palestinos de Gaza ya está rompiendo el ominoso silencio que había en Europa sobre lo que ocurre en ese territorio palestino y las acciones israelíes, un silencio a voces desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero pasado.
La política proisraelí de Trump, su respaldo al vaciamiento de Gaza y su apoyo a la campaña de destrucción de Netanyahu habían tenido su eco en Bruselas, especialmente en la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen, y en la alta representante para Política Exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, muy alineadas en sus posicionamientos a favor de Israel.
La UE reacciona tímidamente
Este lunes, sin embargo, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha dejado oír su voz y ha afirmado sin paliativos que en Gaza se está violando «sistemáticamente» el Derecho Internacional y que su población está siendo sometida a un uso «desproporcionado de la fuerza» por parte de Israel.
La presión de la opinión pública europea sobre las autoridades de Bruselas ya se estaba haciendo insoportable por su falta de iniciativa a la hora de condenar o al menos denunciar los crímenes de guerra israelíes. La semana pasada, la disensión en el seno de la UE se hizo más aguda cuando siete países –Eslovenia, España, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Malta y Noruega– reclamaron en una declaración el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza y pidieron «acciones inmediatas» para evitar que miles de personas mueran de hambre en la Franja.
No parece que la entrada de la ayuda mínima y su reparto por el ejército israelí vaya a ser de mucha efectividad para detener la catástrofe humanitaria en curso. Tampoco la oferta lanzada este lunes por el portavoz de las fuerzas armadas, Nada Shoshani, quien ha afirmado que la liberación de la veintena de rehenes que aún permanecen en poder de Hamás en Gaza sería la única forma de frenar la operación militar en marcha en la Franja.
«Lo único que nos frenará será la liberación de los rehenes«, dijo Shostani. Pero frenar no es lo mismo que detener, pues como reconoció el portavoz militar haciéndose eco de las mismas palabras de Netanyahu, la guerra seguirá hasta la aniquilación de Hamás y la conquista total de Gaza.