FAM: TIERRA DEL FUEGO ES SOBERANÍA, PRODUCCIÓN Y TRABAJO, NO UN “PARQUE DE DIVERSIONES” COMO QUIERE MILEI
La Federación Argentina de Municipios, presidida por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza emitió el presente comunicado, repudiando fuertemente las medidas políticas tomadas por Milei, en perjuicio de la provincia de Tierra del Fuego, las que suponen un ataque directo, no solo a la actividad económica, sino que vulnera nuestra soberanía de manera flagrante.
Desde la Federación Argentina de Municipios (FAM), que representa a más de 500 intendentes e intendentas de todo el país, manifestaron repudio ante las políticas del actual gobierno nacional.
A contramano de lo que hacen hoy todas las naciones del mundo —que defienden sus industrias incluso en medio de tensiones internacionales, estableciendo sus aranceles en función de los intereses de sus habitantes— el gobierno de La Libertad Avanza ha decidido declarar irresponsablemente zona liberada las fronteras económicas de la Argentina. Esto permite que los sobrantes de producción de todo el mundo inunden nuestro país, destruyan la industria nacional, dejen sin trabajo a nuestra gente y sumerjan en la desesperación a las familias argentinas.
El ministro Sturzenegger, brazo ejecutor de la “motosierra”, sugirió que en nuestra provincia más austral —Tierra del Fuego— en lugar de “galpones” se ponga un “parque de diversiones”. Esto no solo es una falta de respeto, sino una muestra del desprecio por un territorio de enorme importancia geopolítica, que ha sido entendido como tal por todos los gobiernos de la historia… menos este.
Ocho mil puestos industriales de trabajo de calidad están en riesgo por la crueldad de un gobierno que, como sucedió durante la dictadura, busca traer todo de afuera mientras se endeuda para beneficiar a las bicicletas financieras.
Una vez más quieren cerrar fábricas para dejar solo galpones de almacenamiento de productos importados, mientras apuestan a una ficticia «Plata Dulce» y endeudan a las argentinas y argentinos por generaciones enteras.
La soberanía sobre las Islas del Atlántico Sur es un mandato histórico irrenunciable para todos los argentinos y argentinas. Tierra del Fuego no es solo producción, trabajo y dignidad: es también el corazón austral de nuestra soberanía nacional. Allí, donde empieza la Patria, se proyecta nuestra defensa sobre el Atlántico Sur, la Antártida y nuestras islas, que jamás dejaremos de reclamar de forma pacífica, diplomática y con firmeza.
Pretender transformar ese territorio estratégico en un parque de diversiones no solo es una ofensa al pueblo fueguino, sino una claudicación geopolítica inaceptable.
Desde la FAM lo decimos con claridad: la soberanía no se entrega; se defiende con trabajo, con industria, con presencia del Estado y con memoria.
La FAM está y estará firmemente junto a la lucha del pueblo y del gobierno de Tierra del Fuego y de sus municipios. Ninguna moda pasajera —aun convalidada democráticamente— podrá torcer la convicción que siempre nos caracterizó: el federalismo consiste, entre muchas otras cosas, en que cada argentina y cada argentino, viva donde viva, tenga los mismos derechos, las mismas posibilidades y reciba el mismo respeto del gobierno nacional.
Lamentablemente, nuestra hermosa Tierra del Fuego es hoy una muestra más de lo que pasó de advertencias a realidad. La FAM lo advirtió y hoy lo sufre el pueblo argentino.
Desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei, advertimos que el rumbo elegido atentaba contra los derechos de la ciudadanía, el federalismo y el Estado de derecho.
Hoy, tristemente, esa advertencia se ha convertido en una dolorosa realidad.
En apenas un año y cinco meses, las consecuencias del ajuste ideológico aplicado por el Gobierno Nacional se reflejan con crudeza en cada ciudad, en cada barrio y en cada familia argentina. El abandono de políticas públicas, la desarticulación del Estado y el retiro del Gobierno Nacional de funciones esenciales están provocando una crisis social sin precedentes en tan corto tiempo.
Este megaajuste, lejos de combatir privilegios, ha favorecido a especuladores financieros, grandes fondos extranjeros y sectores concentrados, mientras empuja a millones de argentinos a la pobreza y la indigencia, desmantela la clase media y deteriora aceleradamente el tejido social del país.
Según datos oficiales, las transferencias obligatorias por ley que el Gobierno Nacional no está realizando como corresponde han provocado una caída del 81,8% real en los recursos para las provincias, lo que equivale a una pérdida de 5,8 billones de pesos. A esto se suman decisiones recientes que profundizan aún más la situación.
Solo en marzo y abril de este año, una resolución de AFIP provocó una disminución de más de $300.000 millones en transferencias automáticas a las provincias. Y para el mes próximo, una medida relacionada con el anticipo del Impuesto a las Ganancias de grandes empresas implicará un recorte adicional de más de $500.000 millones.
Desde la FAM denuncian:
1. Emergencia alimentaria:
El Gobierno Nacional detuvo la entrega de alimentos a comedores y centros comunitarios. Hoy, los municipios intentamos cubrir, con recursos cada vez más limitados, una demanda que aumentó más del 50% en un año y cinco meses.
2. Crisis en salud:
La liberalización del mercado, el aumento descontrolado de medicamentos y de cuotas en prepagas, junto al recorte en salud pública, dejaron a millones de vecinos y vecinas sin cobertura. Nuestros jubilados, que antes recibían medicamentos gratuitos, hoy tienen que pagarlos, eligiendo entre comer o comprar remedios. La atención primaria colapsa, y las provincias y municipios deben contener lo que la Nación abandonó.