Meta bloquea en Canadá las noticias del país y cae el tráfico de los medios locales e independientes

Cuando el gobierno canadiense propuso por primera vez la Ley de Noticias en Línea, también conocida como Proyecto de Ley C-18, su objetivo era «garantizar la equidad en el mercado canadiense de noticias digitales y para las empresas de noticias locales independientes, incluidas las organizaciones de noticias rurales y remotas, garantizando que los medios de comunicación y los periodistas reciban una compensación justa por su trabajo».

El proyecto de ley, que fue aprobado por el Senado en junio de 2023, exigiría a gigantes tecnológicos como Meta y Google llegar a acuerdos comerciales justos con los medios de comunicación por las noticias que se comparten en sus plataformas. Sin embargo, poco después de que el gobierno presentara el proyecto de ley, tanto Meta como Google anunciaron que bloquearían las noticias de Canadá en sus plataformas.

Meta cumplió su amenaza y ahora los residentes en Canadá no pueden ver ninguna noticia en Facebook e Instagram.

Este bloqueo es importante, ya que ambas plataformas son muy populares en Canadá. Según el Informe de Noticias Digitales 2023, el 29 % de los canadienses utilizó Facebook para las noticias. Alrededor del 11 % utilizaba Facebook Messenger y el 10 % Instagram con el mismo fin.  Google, también muy utilizado para las noticias en Canadá, dijo que eliminaría los enlaces a noticias canadienses de las búsquedas, las páginas de noticias y Google Discover cuando la ley entre en vigor a finales de año.

Mientras que el público canadiense se ve indudablemente perjudicado por el bloqueo del periodismo, para las empresas de noticias locales independientes, a las que el proyecto de ley pretendía proteger, este nuevo ecosistema mediático puede ser una sentencia de muerte. Para saber cómo está afectando la ley a estas pequeñas organizaciones informativas, hablé con tres responsables de pequeñas publicaciones canadienses afectadas por el apagón de Meta, así como con el académico canadiense de periodismo Alfred Hermida, que lleva varias décadas estudiando los medios digitales en el país.

La apuesta perdedora de Canadá

El objetivo de la Ley de Noticias en Línea de Canadá era devolver a los bolsillos de las organizaciones de noticias parte del dinero que la industria periodística perdió durante la revolución en línea. El Gobierno llegó a calcular que Google y Meta tendrían una cuota combinada del 80 % de los catorce mil millones de dólares canadienses de ingresos por publicidad en línea que se registrarán en el país en 2022.

Sin embargo, la nueva legislación puede empeorar las cosas para los medios de comunicación canadienses, y aunque es poco probable que la cadena pública CBC o los periódicos tradicionales sufran mucho debido a sus sólidos modelos de financiación y al reconocimiento de su nombre, las publicaciones más pequeñas e independientes ya están notando el impacto de la nueva ley.

Alfred Hermida es especialista en medios digitales y profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia Británica. La investigación de Hermida se centra en las nuevas empresas digitales de noticias en Canadá, que han experimentado un crecimiento saludable desde 2015, especialmente en las comunidades locales.

«Si eres una nueva empresa local, lo más importante que tienes que hacer es desarrollar tu audiencia, y las redes sociales se han vuelto muy importantes para captarla», afirma Hermida. «No tienes el presupuesto de marketing ni el alcance que tienen las grandes empresas, así que las redes sociales son una buena forma de avisar a la gente de que existes».

Dado que el apagón continuo de Meta acaba de entrar en vigor en agosto de 2023, es difícil determinar con exactitud el grado de afectación de las organizaciones de noticias locales, pero Hermida calcula que entre el 20 % y el 30% de la audiencia de estas organizaciones, que dependen tanto de Facebook en particular, ha desaparecido de la noche a la mañana.

Una de esas pequeñas organizaciones de noticias es River Valley Sun. Cuando Theresa Blackburn lo puso en marcha en 2019, su objetivo era ser una «fuente de noticias ultralocal» para su comunidad en todo el Valle Occidental de la provincia oriental de Nuevo Brunswick, a lo largo del río Saint John.

El medio da servicio a los aproximadamente veinticinco mil residentes de la región, que se extiende entre las localidades rurales de Perth-Andover y Nackawick. El medio de Blackburn, que empezó siendo un periódico impreso mensual, se convirtió en un medio de noticias diario durante covid-19 para cubrir todas las novedades de la pandemia a una comunidad desatendida. Su tirada ronda los seis mil ejemplares, distribuidos en 93 localidades de la región.

The River Valley Sun ni siquiera tenía página web, así que sus artículos de noticias se publicaban directamente en Facebook. «Facebook nos ayudó y nos dio el espacio para poner nuestras cosas sin tener que gastar los recursos y el tiempo en aprender a hacer un sitio web, cosa que estoy haciendo ahora, obviamente, pero Facebook nos permitió difundir nuestro mensaje», dice Blackburn.

Con casi nueve mil seguidores, Blackburn afirma que su participación semanal era bastante saludable antes del apagón de Meta. A principios de agosto, Blackburn vio cómo su tráfico en Internet desaparecía de la noche a la mañana.

«Hemos visto morir de forma horrible a muchos pequeños periódicos y pequeñas emisoras de radio antes de que el gobierno interviniera finalmente», afirma Blackburn. «Nos encontramos en una situación en la que los medios de comunicación hemos sido diezmados por los googles y los metas del mundo, y la gente culpa al gobierno, pero ojalá empezaran a culpar a Meta, porque Meta se ha llevado (el dinero de la publicidad) de nuestras comunidades y nunca lo ha devuelto».

David Walberg es director ejecutivo y consejero delegado de Pink Triangle Press, una organización canadiense de medios de comunicación independientes que publica Xtra, una revista digital centrada en las comunidades LGBTQ2S+. Desde agosto, también han tenido un apagón completo en Facebook e Instagram para su público en Canadá.

La revista, que tiene más de 56.000 seguidores en Facebook, ha sufrido caídas masivas de tráfico. Desde octubre, Walberg afirma que las impresiones orgánicas de las publicaciones de Xtra en la plataforma, que habrían sido de varios cientos de miles en un mes normal, han caído más de un 75 %, mientras que las referencias de tráfico de los usuarios de Facebook en Canadá han descendido un 90 %.

«Somos una editorial pequeña, así que dependemos de lo que llamamos «descubrimiento» para que la gente nos encuentre», explica Walberg. «Mucha gente que necesita el tipo de información que proporcionamos a la comunidad puede no conocer nuestra marca, así que dependemos mucho de Facebook en particular, pero también cada vez más de Instagram, para que la gente nos conozca».

Desde el apagón de Meta, Walberg afirma que las referencias de tráfico de Xtra procedentes de usuarios de Facebook en Canadá han caído más de un 80 %. «Internet ha cambiado las reglas del juego para que la gente de nuestra comunidad, sobre todo la que vive en zonas más remotas, se conecte con la comunidad y no se sienta sola en el mundo», afirma.

Walberg señala que Xtra ofrece periodismo LGBTQ+ desde la perspectiva de la comunidad queer, algo que a menudo pasan por alto los principales medios de comunicación. «La gente sigue necesitando conectar; la gente sigue sintiéndose vulnerable», dice Walberg. «Una de nuestras historias más importantes (en agosto) fue una historia sobre el acceso a cirugías para personas trans en Canadá, así que está claro que hay una necesidad de ese tipo de información».

El apagón de Meta también ha afectado a IndigeNews, un medio de noticias digital independiente que hace periodismo para indígenas, por indígenas. Su editora, Eden Fineday, afirma que más del 40 % de su tráfico total procedía de Facebook antes del apagón de Meta.

«En Canadá, al menos según mi experiencia, muchas comunidades indígenas se conectan entre sí a través de Facebook», afirma. «Se convirtió en la forma predeterminada de conectarse».

Los análisis de Instagram de IndigeNews muestran que tenían un 54,7 % menos de cuentas conectadas en agosto de 2023 en comparación con julio de 2023, que coincide con el apagón.

Un doble impacto

Hermida señala que este apagón tiene un doble impacto: la gente pierde valiosas fuentes de noticias e información, y los editores pierden una de las herramientas clave que tienen para desarrollar y hacer crecer su audiencia.

«Se trata del lector ocasional que no acude necesariamente a un sitio de noticias, sino que confía en que las noticias lleguen a él», afirma, haciéndose eco de nuestra propia investigación sobre el consumo de noticias. «Que alguien de la comunidad local se tropiece en Facebook con algo que ocurre en su barrio es de vital importancia, porque es la gente que no se esfuerza por encontrar las noticias».

La represalia de Meta contra las noticias en Canadá se produce en un contexto en el que Facebook ya ha estado dando un paso atrás en las noticias en todo el mundo. Ha despedido a varios empleados destacados de sus programas de periodismo, ha dejado de pagar a los editores de noticias estadounidenses por sus contenidos, ha reasignado recursos del proyecto Facebook News e incluso ha retirado el término «feed de noticias» en favor de «feed». Más recientemente, anunciaron que eliminarían la pestaña dedicada a las noticias en el Reino Unido, Francia y Alemania.

«Google y Facebook han anunciado más de 130 acuerdos diferentes con medios de comunicación en los últimos años para proporcionarles apoyo, ya sea en formación y servicios o en efectivo», dice Hermida. «Así que el riesgo es que también vamos a perder todo eso».

Más allá de Canadá

Canadá no es el primer país que presenta un proyecto de ley que obligaría a las empresas tecnológicas a pagar a los medios de comunicación por sus contenidos. En 2021, Australia introdujo el Código de Negociación Obligatoria para Medios de Comunicación y Plataformas Digitales.

Poco después de que Australia aprobara su ley, Facebook bloqueó todos los contenidos informativos de su plataforma en el país, mientras que Google advirtió que la ley afectaría a la capacidad de los australianos para obtener las noticias de su sitio web. Una semana después de que Facebook pusiera en marcha el bloqueo de noticias en Australia, las restricciones cesaron cuando tanto Facebook como Google llegaron a un acuerdo con el Gobierno.

¿Cómo ha conseguido Australia negociar con las grandes tecnológicas y Canadá no? Según Hermida, la diferencia fundamental es que la ley en Australia no «designa» técnicamente a quién se aplica.

«Lo que ha ocurrido en Australia es que tanto Meta como Google no han sido designados y en su lugar han hecho sus propios tratos privados con grupos de medios», explica. «Como hicieron tratos privados, el gobierno australiano no los designó, por lo que nunca estuvieron cubiertos por la ley».

En Australia se firmaron más de treinta acuerdos comerciales entre plataformas digitales y medios de comunicación por valor de doscientos millones de dólares australianos.

Los medios de comunicación han reinvertido ese dinero en sus redacciones. La Australian Broadcasting Corporation, por ejemplo, ha ampliado su cobertura regional y rural y su red de periodistas regionales. The Guardian Australia dijo que su redacción había aumentado en más de cuarenta periodistas. Solstice Media, propietaria de varios periódicos en el país, declaró que no sólo había podido contratar a más periodistas, sino que también había invertido en el desarrollo profesional de su personal actual y había actualizado sus plataformas de gestión de contenidos y su reproductor de vídeo.

La prohibición australiana de las noticias en Facebook también se produjo antes de que se aprobara la legislación, lo que da a ambas partes cierto margen para seguir negociando, mientras que en Canadá hay poca flexibilidad, ya que el proyecto de ley C-18 ya ha sido aprobado.

«La clave es que (Google y Facebook) no quieren que se les regule. No quieren que se les diga que lo hagan», afirma Hermida. «Quieren poder hacerlo en sus propios términos».

Otros países han fracasado antes. Ya en 2014, Google eliminó las noticias de editores españoles de Google Noticias en el país después de que el Gobierno aprobara una ley que obligaba a los agregadores online a pagar una tasa de derechos de autor por enlazar a contenidos creados por periódicos y editores de noticias. El bloqueo también impedía a los usuarios de otros países encontrar enlaces a artículos españoles en Google Noticias.

Un estudio de 2017 concluyó que esta intervención no tuvo un impacto significativo en el alcance de los sitios de noticias, pero sí aumentó la fragmentación de la audiencia. En 2022, Google reabrió Google News en España después de que el Gobierno cambiara la legislación que permite a los medios negociar directamente con el gigante tecnológico.

Hermida no prevé que ninguna empresa tecnológica dé marcha atrás en Canadá. «El problema ahora es que el sector de la información está perdiendo mucho, sobre todo si no eres uno de los grandes, como el Globe and Mail, el Toronto Star o la CBC», afirma. «Es una sentencia de muerte».

¿Sin final a la vista?

El enfrentamiento de las grandes empresas tecnológicas con la prensa canadiense se produce en un momento decisivo para el periodismo canadiense.

Los mayores conglomerados mediáticos del país (Postmedia, Québecor y Bell Media) han despedido a centenares de periodistas y reducido su oferta de información local en la radiodifusión y la prensa escrita. Más recientemente, Metroland, uno de los mayores editores de periódicos de Ontario, ha anunciado la supresión de más de seiscientos puestos de trabajo en sus periódicos regionales, alrededor del 60 % de su plantilla total. En este difícil contexto, el apagón informativo de Meta pone en peligro el periodismo local y comunitario.

No parece que el Gobierno vaya a dar marcha atrás. La CRTC, organismo responsable de la aplicación de la ley, concluyó este otoño una consulta pública para determinar el proceso de negociación entre las plataformas y las organizaciones de noticias. Aunque los resultados de la consulta no se han hecho públicos, la negociación propiamente dicha no comenzará hasta finales de 2024 como muy pronto.

«Hemos pasado de una situación en la que la ley iba a entrar en vigor en diciembre de 2023 a otra en la que, potencialmente, las conversaciones entre plataformas y medios no comenzarán hasta 2025», explica Hermida. «Ese sería el comienzo de la negociación, así que nos encontramos en una situación en la que potencialmente hay un limbo en el que no pasa nada durante otros dieciocho meses».

Google, que todavía no ha bloqueado las noticias en Canadá y que es uno de los financistas del Instituto Reuters, publicó una larga respuesta en la que aborda su opinión sobre esta legislación y se ha mantenido firme en que seguirá adelante y retirará el contenido de noticias de su plataforma si la ley entra en vigor en diciembre, tal y como está previsto.

Mientras que Google parece algo abierta a negociar con el Gobierno, Meta parece más reacia a hacerlo. En una entrevista con la CBC en junio, un portavoz de Meta dijo que no están negociando con el Gobierno sobre el proyecto de ley. Un reportaje de Reuters reveló que el bloqueo de noticias de Meta no tuvo casi ningún impacto en el uso que los canadienses hacen de Facebook, lo que quizás haría que el gigante tecnológico estuviera menos interesado en cambiar su trayectoria.

«La respuesta de los medios de noticias en Canadá ha sido tratar de llegar a sus audiencias y decirles: “todavía pueden visitarnos, pueden venir a nuestro sitio web. Tenemos aplicaciones. Tenemos todo esto”», explica Hermida. «El problema es que te diriges al público que te visitaría de todos modos. No te diriges a la gente que está en Facebook haciendo otra cosa».

Una encuesta realizada a mediados de septiembre por el Centre d’études sur les médias en la provincia francófona de Quebec sugiere que el apagón puede estar teniendo cierto impacto en el consumo de noticias. Hasta un 32 % de los encuestados afirma que el apagón ha afectado a sus hábitos informativos. A la pregunta de si han cambiado sus hábitos de consumo en Facebook o Instagram, el 29 % dijo que se han visto abocados a otras fuentes como ir directamente a los medios de noticias, mientras que el 34 % dijo que esta forma de consumo no se aplica a ellos.

A pesar de los obstáculos adicionales creados por la nueva ley, los medios con los que hablé están explorando diferentes modelos de desarrollo de audiencia para no depender tanto de las redes sociales.

Por ejemplo, Theresa Blackburn, del River Valley Sun, afirma que las consecuencias de su dependencia de Facebook les han obligado a crear su propio sitio web, que anuncian a través de su edición impresa mensual.

«Ha sido muy frustrante para nosotros y para nuestros lectores, pero estamos solucionando los problemas y aprendiendo a usar la web», explica Blackburn. «La web sólo lleva funcionando unas semanas y ya tenemos decenas de miles de visitas. No es tan orgánico, pero lo será».

David Walberg, de Pink Triangle Press, dice que se están replanteando su estrategia de desarrollo de audiencia, que consiste en centrarse en «ir donde está la gente» creando contenidos específicos para distintas plataformas que no enlazan necesariamente con el sitio web. Eso significa seguir teniendo presencia en las plataformas sociales, pero no depender de ellas para el tráfico.

«Significa alejarse de las redes sociales y preferir plataformas propias y operadas por uno mismo», dice Walberg. También dice que estos cambios también los empujarán a establecer más asociaciones con otras empresas de medios de comunicación, emisoras y distribuidoras para «construir mutuamente audiencias». También están experimentando con plataformas como Reddit, Discord y TikTok.

Eden Fineday, de IndigeNews, dice que han empezado a ponerse en contacto con otros medios más pequeños para apoyarse mutuamente e intercambiar ideas sobre cómo llegar al público sin Facebook. Pero también afirma que la resistencia de los medios de comunicación más pequeños depende de la voluntad del público de apoyarlos.

«Visita su página web, aunque no sea tu costumbre», dice. «Inscríbete en su boletín y busca formas de conectar con ellos. Ésa es la mejor manera de apoyarnos ahora mismo».

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